Se denomina antitanque o anticarro, en referencia a un arma, a cualquier variedad de armamento (como un cañón, una mina terrestre o un misil) destinado a ser usado contra un vehículo blindado de combate u objetivos similares.
Las minas, la artillería común y otros tipos de proyectiles fueron usados para
destruir tanques durante la Primera Guerra Mundial. En la Segunda Guerra Mundial los cañones antitanque habían sido ya desarrollados; siendo disparados frecuentemente con municiones especiales como los casquillos de carga hueca, los cuales explotan al impacto y con gran fuerza penetrante.
Varios misiles antitanque y dispositivos lanzacohetes como la bazuca se han utilizado también con el mismo fin en las guerras.
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